Entre lucha ancestral, poesía visual y arte vivo, el Museo Departamental de Artes Asiáticas de Niza nos trae un soplo de Japón. ¿Y si reservaras tu boleto para una inmersión fuera del tiempo?
Entre lucha ancestral, poesía visual y arte vivo, el Museo Departamental de Artes Asiáticas de Niza nos trae un soplo de Japón. ¿Y si reservaras tu boleto para una inmersión fuera del tiempo?
¿Necesitas un cambio de aires sin dejar la Costa Azul? Pon rumbo al 405 Promenade des Anglais, donde el Museo de Artes Asiáticas ofrece hasta el 1 de febrero de 2026 un programa 100 % Japón.
En el menú: dos exposiciones principales (incluyendo la muy esperada "Sumo, El equilibrio absoluto"), performances de danza, ceremonias del té y una lluvia de talleres creativos.
La institución, que recibió a más de 85,000 visitantes en 2024 (fuente: Departamento 06), confirma así su papel de motor cultural en la costa azul.
En 2007, el fotógrafo francés Philippe Marinig abre la puerta de un heya, sala de entrenamiento de luchadores de sumo, y recibe un choque eléctrico. Dieciocho años después, su serie "Cuerpo a cuerpo" revela impresiones en plata de una fuerza impactante: luz rasante, granos de piel perlados de sudor, gestos suspendidos. Ni folclore ni cliché: el artista captura la intimidad de estos atletas extraordinarios e interroga, de manera subyacente, nuestra propia relación con el cuerpo, la disciplina, el equilibrio.
¿Sabías que la Nihon Sumo Kyokai (asociación nacional) registra alrededor de 700 rikishi profesionales y que los torneos de Tokio congregan, con entradas agotadas, cerca de 11 000 espectadores por día?
Más que un deporte de oposición, el sumo sigue siendo un rito sintoísta, mezclado con ascetismo diario: despertar al alba, entrenamiento en el dohy?, meditación...
La exposición sitúa estos códigos (gesto de la arena, golpe de las palmas para saludar a los espíritus) en su contexto espiritual gracias a grabados de la época Edo, un trofeo firmado por Pierre Soulages ofrecido a Jacques Chirac y toda una galaxia de objetos populares.
Haciendo eco a los clichés de Marinig, las telas del pintor Kinoshita Daimon cubren las salas con un aura meditativa: grandes manchas de tinta, siluetas masivas delineadas en oro. El encuentro Este-Oeste tiene lugar: entre el ojo documental del francés y el toque caligráfico del japonés, la escenografía juega con los contrastes para revelar mejor la poesía del combate.
Del 8 al 10 de noviembre, los protagonistas son las plantas y la cerámica. Más que simples "árboles en maceta", los bonsáis expuestos, algunos con más de 120 años de antigüedad, encarnan la paciencia y la armonía con los elementos. Frente a ellos, las obras del Maestro Togaku Mori narran ocho siglos de tradición cerámica en Bizen, una pequeña ciudad de Okayama donde la arcilla roja se mezcla con cocciones a leña que pueden alcanzar los 1.250 °C.
- Entrada libre y gratuita
- Conferencias, demostraciones, ceremonia del té
El 12 de noviembre a las 15 h, el prodigio Kazuya Ishida, de 36 años, ya estrella de las galerías de Nueva York, vendrá a descifrar diez piezas clave procedentes de su horno anagama. Será la oportunidad de entender cómo los jóvenes artistas japoneses inyectan diseño contemporáneo y preocupaciones ecológicas en un arte milenario.
El 29 de noviembre, dos horarios (14 h y 15 h 30) ofrecerán al público azul una performance in situ firmada por Hervé Koubi y Fayçal Hamlat.
Diez bailarinas coreanas tomarán el atrio de cristal para un viaje coreográfico que mezcla artes marciales, hip-hop y sufismo. Plazas limitadas a 30 personas: ¡no esperen para reservar!
Porque aprender en familia sigue siendo la mejor manera de recordar, el museo multiplica los formatos participativos: impresión de grabados (5 de noviembre), iniciación a la caligrafía (15 de noviembre) o creación de una plancha de manga (22 de noviembre).
Actividades diseñadas para niños de 8 a 15 años, pero seamos honestos: los adultos se divierten igualmente.
Un sábado sí y otro no, el atrio se convierte en un dojo al aire libre. Tai-chi seguido de qi-gong invitan a desacelerar el ritmo, un beneficio para la salud avalado por la Organización Mundial de la Salud que menciona estas disciplinas entre las prácticas que promueven el equilibrio y la prevención de caídas en personas mayores.
El 30 de noviembre, Marina Icho compartirá la vía del té (chado) según la escuela ura-senke. Silencio, aroma del matcha... y gratitud.
Horarios: 10 h-17 h, cerrado el martes.
Tarifas: acceso al museo gratuito; visitas guiadas 5 €, talleres entre 5 € y 30 € según la duración. Métodos de pago: efectivo, tarjeta de crédito, cheques, cheques de vacaciones (taquilla).
Acceso: autobús Líneas d'Azur 9/10 parada "Musée des Arts Asiatiques", aparcamiento Parc Phoenix a pocos pasos, carril bici y estaciones de bicicletas azules.
Bueno saber: los grupos están limitados a 20 personas para garantizar la comodidad de la visita. Reserva obligatoria para cualquier actividad de pago.
1/ Inmersión total: difícil encontrar en otra parte de Francia un panorama tan completo sobre el sumo, desde el estereotipo del gigante en mawashi hasta los desafíos socioculturales del Japón contemporáneo.2/ Accesibilidad: entrada general gratuita, ideal para familias y estudiantes.3/ Atractivo turístico: según el Insee, el 38 % de las pernoctaciones reservadas en la Riviera fuera de temporada están motivadas por la oferta cultural. Este evento podría impulsar sus estancias de otoño.
El término heya designa tanto el edificio como la comunidad de luchadores. En cuanto a la cerámica de Bizen, se distingue por sus tonos herrumbre y la ausencia de esmalte: la magia proviene únicamente de la llama y la ceniza.
Ya sea que seas un apasionado de la fotografía, un aficionado a los jardines en miniatura o simplemente un curioso en busca de nuevas experiencias, no te pierdas esta cita japonesa en el corazón de Niza. ¡Quizás salgas con el deseo de dominar la postura shiko o de cuidar un pequeño arce tricolor! (Te lo habremos advertido.)
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