Juegos Y Juguetes: ¿cuáles Son Los Beneficios Del Juego Para Los Niños?

Mientras Papá Noel se prepara para colocar todo tipo de juguetes y juegos bajo el árbol, quizá se pregunte qué tipo de regalo es más beneficioso para el desarrollo de los niños. Para animar a los padres a redescubrir la alegría del juego en familia, hemos enumerado los beneficios del juego para los niños.

El juego es una actividad innata y esencial

El juego es una actividad innata en los niños. Los niños pequeños juegan espontáneamente, porque es divertido... ¡pero no sólo!

Para los niños pequeños, el juego es una actividad esencial que les ayuda a hacer descubrimientos, comprender mejor el mundo que les rodea y desarrollarse bien.

Los niños tienen una atracción innata por el juego y, fuera del horario escolar, jugar debería ser su principal ocupación.

De hecho, hay que recalcar a los padres que se empeñan en centrarse en actividades "educativas" que un niño que juega por diversión no está perdiendo el tiempo.

El juego es un asunto muy serio para los niños, desde los primeros meses de vida, para desarrollar su inteligencia y creatividad.

Es una mina de beneficios para su desarrollo

El juego es una riqueza de beneficios a cualquier edad y una buena forma de desarrollar la confianza del niño en sí mismo.

En los niños pequeños, el juego tiene efectos positivos en el desarrollo motor y sensorial. Los bebés que se divierten manipulando objetos, mirándolos y llevándoselos a la boca descubren colores, texturas, formas, sonidos y sabores.

Todos sus sentidos se despiertan entonces y su cerebro se esfuerza por registrar los nuevos conocimientos.

Más adelante, cuando el niño puede caminar, los juegos le dan la oportunidad de correr, saltar, lanzar una pelota y esto ayuda a fortalecer los músculos del niño, el sentido del equilibrio y las habilidades físicas.

Por supuesto, el juego también contribuye al desarrollo intelectual de los niños: aumenta su creatividad, su imaginación y su capacidad para resolver problemas.

El juego permite a los niños desarrollar habilidades y asumir retos sin sentirse juzgados. De hecho, se utiliza cada vez más no sólo en los jardines de infancia sino también en las escuelas primarias para facilitar el aprendizaje.

Es una forma de socializar

En cuanto a la socialización, el juego ayuda a aprender a convivir con los demás.

En efecto, jugar con otros niños permite aprender a compartir, a esperar el turno, a transigir y a resolver pequeñas disputas.

Así, jugar con otros (con la familia o los amigos) ayuda a desarrollar la inteligencia social y el vocabulario, a aprender a expresar ideas y a hacerse entender.

Jugar juntos también ofrece a los niños experiencias de cooperación y confrontación en un entorno seguro. Refuerza los lazos y la complicidad entre los jugadores siempre que todos jueguen y se diviertan.

Es una actividad familiar sin límite de edad ya que, como escribió Friedrich Nietzsche, "Todo hombre esconde en su interior un niño que quiere jugar".

Los juguetes educativos no son imprescindibles

Aunque es innegable que el juego es esencial para el desarrollo del niño, no es necesario privilegiar los juegos y juguetes educativos.

De hecho, cualquier objeto puede ser educativo si permite al niño pensar, imaginar y moverse. Cualquier actividad que permita a los niños inventar historias, clasificar o ensamblar objetos es educativa.

Sobre todo, es importante jugar regularmente con tus hijos o dejarles jugar a su antojo, sólo por diversión y sin esperar ningún beneficio inmediato.

El buen juego es, por definición, libre y desinteresado. Si hay alguna otra intención, como un objetivo educativo específico que alcanzar, ¡no es un juego!

Los expertos son unánimes al afirmar que lo más importante es no tener la habitación llena de juguetes.

De hecho, los niños saben divertirse con tres veces nada e inventan historias con simples figuritas, muñecas, peluches, Lego o Playmobil... ¡incluso con objetos que no son juguetes!

Todos estos juegos son muy populares porque dejan espacio a la imaginación del niño y le permiten crear su propio mundo. Este tipo de juguete no es más que un soporte para la ilimitada imaginación de los niños.

Además, si tu hijo prefiere jugar con el envase de cartón en lugar del juguete que recibió en Navidad, es precisamente porque el envase abre más posibilidades y tu hijo puede hacer lo que quiera con él (una cabaña o un castillo, un disfraz, etc.).

Dar a los niños tiempo para jugar

Si quieres que tus hijos disfruten de los múltiples beneficios del juego, dales tantas oportunidades de jugar como sea posible.

Déles tiempo para inventar juegos sin interrumpir. Esto también significa no sobrecargar su horario, para que tengan tiempo libre para jugar.

Proporcionarles una variedad de juguetes y objetos, por ejemplo para hacer música, disfrazarse y bailar.

Ofrece también a tus hijos la oportunidad de jugar en diferentes lugares, en casa pero también fuera, para que se diviertan con otros niños.

Salir al exterior con tu hijo es una buena manera de animarle a moverse más, a correr (pequeños) riesgos, a asumir retos y, por tanto, a ganar confianza en sí mismo.

Por otro lado, deja que tu hijo elija libremente si quiere jugar solo o con otros niños. Son ellos los que deben decidir.

Además, evita imponer tus reglas de juego cuando juegues con niños. Si les dejas dirigir la obra, desarrollarán más imaginación, independencia y confianza en sí mismos.