Estreñimiento: ¡basta De Mitos!

El estreñimiento ocasional o crónico es un problema bastante común, que afecta a alrededor del 35% de la población. A menudo subestimamos la importancia de este síntoma, que puede dar lugar a complicaciones o ser un signo de problemas más graves. He aquí tres ideas preconcebidas que conviene evitar sobre el tema.

1- Estar estreñido no es grave

Todos hemos experimentado alguna vez esta ralentización del tránsito, por ejemplo durante las vacaciones o un viaje al extranjero... Generalmente benigno, el estreñimiento puede sin embargo ser agudo o convertirse en crónico cuando el problema persiste durante más de 6 meses.

Es un problema de salud que a menudo se banaliza pero, contrariamente a lo que se cree, estar estreñido no está exento de riesgos.

Las formas más agudas de estreñimiento pueden provocar obstrucción intestinal (bloqueo parcial del paso de gases y heces), sobre todo cuando se forma un tapón o retención fecal que ya no puede expulsarse. Se trata de la complicación más grave, pero afortunadamente es muy poco frecuente.

El tránsito lento también puede favorecer las infecciones urinarias y tener repercusiones a menudo subestimadas en el bienestar y la vida social del paciente. Paradójicamente, el estreñimiento crónico también puede provocar incontinencia anal.

2- Es imposible prevenir este problema

Aunque algunas personas tienen más riesgo de sufrir estreñimiento que otras, los problemas de tránsito no son inevitables. La afirmación de que es imposible prevenir este problema es un error muy común.

Es cierto que las mujeres tienen entre dos y tres veces más probabilidades que los hombres de verse afectadas, especialmente en determinados momentos de su vida como el embarazo, la menopausia y la segunda mitad del ciclo menstrual. También es el caso de las personas mayores que viven en residencias, debido al sedentarismo y a una hidratación insuficiente.

A pesar de ello, es posible adoptar buenos hábitos para favorecer el tránsito intestinal:
- tomarse el tiempo necesario para ir al baño y no contenerse
- beber suficiente agua (por término medio, se necesita 1,5 litros de agua al día para estar bien hidratado)
- consumir suficiente fibra alimentaria en forma de fruta, verdura, linaza, cereales integrales y legumbres
- limite las grasas saturadas presentes en la mantequilla, el queso, la carne roja, los embutidos y los platos industriales
- muévete todos los días y, si no vas al gimnasio, da un paseo rápido de 30 minutos
- practique yoga, ya que las posturas tienen un efecto sobre el tránsito y favorecen la relajación física y mental
- si es necesario, toma cursos de probióticos para mimar tu flora intestinal, dañada por el mal tránsito.

3- No es necesario consultar a un médico

Otro error común sobre el estreñimiento es que este problema de tránsito no requiere atención médica. Al contrario, cualquier estreñimiento crónico y/o estreñimiento que se resista a las medidas dietéticas y de estilo de vida enumeradas anteriormente debería incitarle a consultar a su médico.

Cuando una dieta rica en fibra, probióticos y hierbas no son suficientes, sólo un profesional de la salud puede juzgar la necesidad de utilizar un laxante osmótico como el macrogol o un micro-lávago laxante tipo Microlax...

Debe consultarlo con su médico porque algunos laxantes, aunque muy eficaces, son irritantes para el intestino y pueden provocar dependencia. Sólo una consulta puede descartar también una causa médica como el hipotiroidismo o un obstáculo en el colon.

Por último, en caso de incontinencia anal y/o de debilitamiento de los músculos para evacuar las heces, se puede plantear una reeducación del perineo. No dude en comentarlo con su médico, ya que esta reeducación suele ser de gran ayuda.