Termoterapia: En Caso De Dolor, ¿debo Utilizar Frío O Calor?

Al igual que Monsieur Jourdain escribía prosa sin saberlo, ¡es probable que usted ya haya utilizado la termoterapia sin saberlo! Este método natural consiste en utilizar el calor o el frío para aliviar el dolor. Te explicamos cuándo utilizar una bolsa de agua caliente o una bolsa de hielo.

¿Es eficaz la terapia con calor?

A primera vista, usar una bolsa de agua caliente o cubitos de hielo para el dolor es un truco que suena a remedio de abuela. Y sin embargo, la eficacia de la terapia térmica ha sido demostrada por la ciencia.

Poner frío o calor sobre una zona dolorida sí tiene un efecto analgésico, aunque hay que tener en cuenta que esta acción es moderada y momentánea. En otras palabras, ¡el alivio que se siente es real pero de corta duración!

El frío es tu primer aliado para aliviar el dolor, sobre todo en las articulaciones, por su acción antiinflamatoria. El calor es igualmente interesante para ciertos tipos de dolor, gracias a su efecto relajante sobre los músculos.

¿Cuándo debo utilizar una compresa fría?

Si hay dolor, se debe aplicar frío si el problema es traumático o inflamatorio.

Basta con aplicar cubitos de hielo envueltos en un paño o una compresa fría previamente guardada en el congelador para aliviar el dolor agudo de un traumatismo: un esguince, una distensión, pero también un golpe o un hematoma.

En caso de esguince, ¡incluso una bolsa de guisantes congelados aplicada directamente sobre el tobillo o la rodilla puede servir para aliviar el dolor! Este conocido truco también puede funcionar para aliviar los brotes de artrosis porque, también en este caso, el dolor está relacionado con la inflamación de la articulación.

Los científicos han demostrado que el frío reduce la producción de moléculas inflamatorias como las citoquinas y las prostaglandinas. Por ello, algunas personas recurren a la crioterapia y se exponen a un frío extremo de -100 °C o -110 °C (durante sólo unos minutos) para aliviar los dolores asociados a la artrosis, la artritis reumatoide o la fibromialgia.

El frío también tiene un efecto anestésico, ya que disminuye la velocidad de conducción de las fibras nerviosas. Los médicos, que conocen bien los efectos antiinflamatorios y analgésicos del frío, lo utilizan en deportistas en caso de lesión en el campo. También recomiendan la aplicación diaria de frío después de una operación quirúrgica, como una prótesis de rodilla o la extracción de una muela del juicio.

¿Cuándo debo aplicar calor?

En otros casos, es el calor el que puede ayudarle a aliviar las sensaciones dolorosas. El calor debe utilizarse para el dolor siempre que el problema esté relacionado con una tensión muscular o tisular, por ejemplo un calambre o una contractura muscular.

Es el efecto relajante del calor el que alivia al favorecer la relajación muscular y la elasticidad de los tejidos. Bajo el efecto de una bolsa de agua caliente o de una compresa de agua caliente, por ejemplo, los vasos sanguíneos se dilatan y mejora la circulación sanguínea.

La aplicación de calor, muy utilizada por los fisioterapeutas, puede ser de gran ayuda en caso de dolores, rigidez y otras contracturas. También es una forma sencilla y natural de aliviar las reglas dolorosas y los espasmos intestinales.

¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes de la termoterapia?

La termoterapia, el uso de calor o frío para el dolor, tiene las ventajas:
- facilidad de uso
- bajo coste
- proporciona cierto alivio
- reducir la necesidad de analgésicos en caso de lesión o dolor menstrual.

Aunque natural, este método no está exento de desventajas, entre las que se incluyen:
- el riesgo de quemaduras por frío o calor
- la corta duración del alivio
- la existencia de ciertas contraindicaciones.

En efecto, no se recomienda aplicar calor sobre la piel en caso de problemas cutáneos e insuficiencia venosa.

Para utilizar la termoterapia sin riesgos, recuerde también que nunca debe aplicar cubitos de hielo directamente sobre la piel y que el agua caliente debe manipularse siempre con precaución...