El Coliseo: Un Monumento Emblemático De Roma
El Coliseo es el punto de referencia de la ciudad y se encuentra al final del antiguo Foro Romano. Este impresionante edificio es una visita obligada durante cualquier visita a Roma y es el monumento más visitado de Italia.
Un edificio colosal
Con 50 metros de altura y un perímetro original de más de 500 metros, el Coliseo hace honor a su nombre (Colosseo en italiano).
Sin embargo, en el siglo I d.C., este anfiteatro se llamaba "anfiteatro Flavio", por la dinastía de emperadores que lo hizo construir. No fue hasta la Edad Media cuando el edificio adoptó su nombre actual, en referencia a una estatua colosal de Nerón situada en las inmediaciones.
Este anfiteatro fue el más grande jamás construido en el Imperio Romano. Aunque ahora esté parcialmente destruido, este testigo del poderío romano no dejará de impresionarte.
Un testigo de la historia de Roma
La construcción del Coliseo se llevó a cabo en el año 72 d.C. a petición del emperador Vespasiano. Sus dos hijos, Tito y Domiciano, continuaron el proyecto que se completó en el año 82.
Con 189 metros de largo y 156 de ancho, este anfiteatro podía albergar a 55.000 espectadores, que acudían a ver las luchas de animales o de gladiadores e incluso las batallas navales.
Este edificio se mantuvo en uso durante casi 500 años, ya que en él se celebraron juegos hasta el siglo VI. El edificio dejó de utilizarse finalmente durante la Alta Edad Media. Se utilizó sucesivamente como vivienda, taller artesanal, fortaleza, cantera y santuario cristiano.
Si el Coliseo está ahora parcialmente destruido, no es por el desgaste del tiempo, sino por los daños causados por los terremotos y la recuperación de sus piedras.
Se dice que la basílica de San Pedro heredó las piedras de este anfiteatro.
Impresionante arquitectura
El Coliseo es un anfiteatro con forma elíptica y cuatro pisos. Los tres primeros se apoyan en columnas, mientras que el cuarto es un muro con ventanas. Sólo se conserva el lado norte del muro del recinto, el resto del exterior actual es el muro interior original.
En su día se erigieron 240 postes alrededor de la parte superior del edificio para sostener un gran dosel llamado velarium. Este toldo retráctil era manejado por marineros especialmente alistados y se utilizaba para proteger a los espectadores del sol y la lluvia.
En el interior, las gradas estaban dispuestas para distinguir las clases sociales, con el primer nivel reservado para el emperador y el Senado, el segundo para los aristócratas y el tercero para el resto del pueblo.
La arena (un óvalo de 86 m de largo y 54 m de ancho) consistía en un suelo de madera cubierto de arena. Debajo, una red de galerías (llamada "hipogeo") albergaba las menagerias y los numerosos equipos necesarios para el buen desarrollo de los espectáculos.
Los arquitectos habían previsto incluso un ingenioso sistema de acceso y evacuación rápida. Las entradas numeradas del XXIII al LIV siguen siendo visibles en la actualidad.
Visitar el Coliseo en Roma
El Coliseo es hoy en día una de las principales atracciones turísticas de Roma. Miles de turistas acuden allí cada año. Para evitar las colas, es aconsejable reservar la entrada con antelación.
El billete de entrada incluye la visita al anfiteatro, al foro romano y al Palatino. También hay un "pase" con descuento que permite visitar varios monumentos.
Para más información, visite el sitio web de la oficina de turismo de Roma (enlace más abajo).
