A dos pasos de Tokio, Ibaraki combina naturaleza preservada, gastronomía exquisita y artesanía delicada. Un trío ganador que realmente merece la pena visitar.
Cansado de las fiestas que se convierten en maratón? Rumbo a Suecia, donde el invierno se ilumina con rituales sencillos, olores de especias y una alegría tranquila que baja el ritmo cardíaco, sin sacrificar nada de la magia de la Navidad.
Entre océano y viñedos, las Charentes revelan un patrimonio vivo donde aún se moldea la madera, el cuero, el vidrio... ¡y hasta el gin! Síganos para una escapada 100 % auténtica, al encuentro de creadores que tienen oro en la punta de los dedos.
¿Tienes ganas de apagar el motor, respirar profundamente y ver la montaña de otra manera? En el corazón de los Alpes de Alta Provenza, el Val d'Allos despliega en octubre una alfombra de alerces dorados que no tiene nada que envidiar al famoso "Indian summer" norteamericano. Menos gente, más luz: es el momento perfecto para un descanso natural (y económico) antes de la primera nieve.
¿Tienes ganas de un gran bocado de aire salado, de faros rojos y blancos hasta donde alcanza la vista, de rutas panorámicas donde el horizonte se funde con el océano? ¡La nueva guía Ulysse "Provincias Atlánticas de Canadá, 25 itinerarios de ensueño" llega en el momento perfecto!
¿Necesitas un respiro? Este otoño, la Toscana nos susurra que disminuyamos el ritmo. Entre valles dorados, fuentes termales y caminos flanqueados de cipreses, la región inventa una nueva manera de viajar, más tranquila, más consciente, infinitamente deliciosa.
Entre lagos helados y picos resplandecientes, la Alta Saboya Mont-Blanc despliega este invierno una alfombra blanca de 2200 km de pistas... pero también mil pequeñas alegrías fuera del esquí. ¡Siga la guía!
En Barcelona, la obra maestra inconclusa de Gaudí se prepara para soplar una vela muy especial: su arquitecto genial murió hace casi 100 años... y la ciudad ha decidido celebrarlo a lo grande.
¿Necesitas un paréntesis yodado antes del invierno? Rumbo a Médoc Atlantique, donde se disfruta el final de temporada entre olas aún tibias, viñedos en plena vendimia y pueblos que respiran autenticidad.
¿Necesitas aire, sal y paisajes que cuenten una historia? A menos de seis horas de vuelo, Cabo Verde despliega sus senderos volcánicos, sus dunas doradas y su legendario mantra "sin estrés". Perfecto para desconectar sin renunciar a la aventura.