Charentes Secretas: Inmersión En Los Conocimientos Técnicos Que Hacen Vibrar El Territorio.
Entre océano y viñedos, las Charentes revelan un patrimonio vivo donde aún se moldea la madera, el cuero, el vidrio... ¡y hasta el gin! Síganos para una escapada 100 % auténtica, al encuentro de creadores que tienen oro en la punta de los dedos.
Las Charentes: un territorio donde el arte de vivir se fabrica a diario.
¿Necesitas un gran respiro, encuentros auténticos y cosas buenas en el plato? ¡Rumbo a las Charentes! Aquí, 2.000 horas de sol al año (casi tanto como en la Costa Azul) marcan el ritmo: se toma uno su tiempo y se cultiva el buen hacer.
Según el Comité Regional de Turismo, más de un tercio de los viajeros vienen ahora para "vivir una experiencia local".
Esto viene muy bien: entre destilerías de vanguardia, talleres de artesanos y granjas comprometidas, ¡el territorio está lleno de joyas para probar... y degustar!
Casa Jaja: Angulema destila su espíritu creativo
A orillas del Charente, en un barrio en plena metamorfosis, la Maison Jaja se prepara para animar tus noches. En 700 m², un alambique reluciente se erige como una obra de arte. Aurélien, cofundador de la cervecería La Débauche, se ha lanzado un nuevo reto: dominar la destilación como ha dominado el lúpulo.
¿El resultado? Un gin aromático y un whisky que prometen notas de cereales locales.
- Catas puras o en cócteles imaginativos,
- gastronomía locávora orquestada por un chef que ha pasado por el estrellado,
- amplio patio soleado para relajarse al borde del río.
Alta Saintonge: los Talleres de la Corderie, un laboratorio de emociones táctiles.
En la antigua cuerda de Jonzac, ocho artesanos han dado nueva vida a los muros de piedra. Vitral, cuero, mosaico, cestería, marquetería, cerámica, cera y vidrio soplado... Aquí, se toca, se prueba, se crea.
En 2024, cerca de 1.200 visitantes abrieron la puerta para un curso de iniciación (cifras de la Oficina de Turismo).
Durante dos horas o un día, te vas con tu propia pieza, ¡y el orgullo que conlleva! Un bonito desafío a la inteligencia artificial: el turno de la inteligencia de las manos.
Aunis Marais Poitevin: el Comptoir Local® devuelve sabor a las tradiciones.
Rumbo al noroeste, entre marismas suaves y campos cerrados. El Comptoir Local® actúa como intermediario entre curiosos y productores apasionados:
- 20 de noviembre: taller de marquetería con Marion Dieumegard (La Belette) para crear un punto de libro único (44 euros),
- 29 de octubre: inmersión en la fabricación de una mantequilla artesanal en la Ferme du Bois des Moines (60 euros por adulto, cesta gourmet incluida).
¡Después de haber batido tú mismo, no verás tu tostada matinal con los mismos ojos!
Destino Cognac: barricas, balsámico y conocimiento XXL
Ya no se necesita presentar el Cognac, pero ¿conocen el "tras bambalinas"?
En Bassac, la Tonelería 109 abre sus puertas (8 euros la visita): sientan el aroma de la madera de roble calentada, escuchen el sonido del aro resonando, admiren el gesto preciso de Jean-Baptiste Chenu cuando repara un barril.
Unos kilómetros más allá, en Bouteville, el Baume homónimo elabora condimentos balsámicos envejecidos en antiguos barriles de Cognac.
Tres formatos de visitas (de 5,50 euros a 24 euros) para entender por qué "el 95 % de los aromas nacen en la madera".
Aviso a los foodies: es un tesoro para darle un giro a lentejas, quesos o incluso postres de chocolate.
Vals de Saintonge: el turismo creativo ha encontrado su joyero
En San Savinien-sur-Charente, etiquetada como Ciudad & Oficios de Arte, cada callejón esconde un taller. Durante una tarde, uno se convierte en alfarero, cuchillero o pintor. Por la noche, nos sentamos a la mesa en el nuevo restaurante El Templo, ubicado, como su nombre indica, en un antiguo lugar de culto. En el menú: productos de temporada + circuitos cortos = huella de carbono reducida. Según la ADEME, comer local permite dividir por dos las emisiones relacionadas con el transporte de alimentos. En otras palabras, deleitarse aquí es también cuidar del planeta.
¿Por qué estos saberes atraen cada vez más a los viajeros?
La Organización Mundial del Turismo estima que el 54 % de los visitantes buscan ahora una "experiencia inmersiva". En Francia, el sector de los oficios artísticos agrupa a 60,000 empresas y representa 8 mil millones de euros. Las Charentes se montan en esta ola: accesibilidad (París, Angoulême en 1 h 42 por TGV), diversidad de paisajes y, sobre todo, encuentros humanos que dejan huella. No es de extrañar que la región muestre una tasa de satisfacción del 94 % (encuesta CRT 2023).
Información práctica: prepare su escapada con total tranquilidad.
¿Cuándo ir? El otoño todavía ofrece 18 °C durante el día y colores dorados en los viñedos.
¿Cómo llegar? TGV hasta Angoulême o Surgères, luego coche de alquiler o autobuses regionales.
¿Dónde dormir? Desde una habitación de huéspedes en un antiguo cobertizo de vino (desde 85 euros la noche) hasta un hotel boutique de diseño en el centro de la ciudad.
Reservas: recuerden bloquear sus talleres en línea, los grupos están limitados a 6-10 personas para mantener el ambiente íntimo.
Nota Bene: ¿qué es la inteligencia de las manos?
Se habla de inteligencia de las manos para describir ese conocimiento intuitivo de los materiales y los gestos. Martillar, moldear, sentir la temperatura justa del vidrio o la flexibilidad de un cuero: saberes transmitidos a menudo en voz baja, de generación en generación. En un mundo ultra-digital, estas habilidades manuales se convierten en un patrimonio a preservar y una fuente de inspiración para cada uno de nosotros.
En resumen: las Charentes, un terreno de juego para los curiosos.
Del alambique de Angulema a las barricas de Cognac pasando por los talleres de Alta Saintonge, las Charentes se viven tanto como se visitan. Se aprende, se degusta, se crea y, sobre todo, se parte con recuerdos que no caben en una maleta. Entonces, ¿listo para reservar tu próximo fin de semana?


